Estimado Primer Ministro Justin Trudeau,

En nombre de la Asociación Canadiense de Estudios Latinoamericanos y del Caribe (ACELC), le escribimos para expresar nuestra preocupación por el obstáculo que representa el proceso de solicitud de visa canadiense para los académicos latinoamericanos y caribeños que desean venir a Canadá para participar en reuniones y conferencias académicas. Nuestra Asociación celebró su 50ª conferencia anual en la Universidad de York en Toronto del 10 al 12 de mayo —un hito en los estudios latinoamericanos y del Caribe en Canadá—, pero, desafortunadamente, cuatro distinguidos académicos latinoamericanos, tres cubanos y un brasileño, nunca recibieron las visas que les permitirían viajar a Canadá, a pesar de haber emprendido el proceso con más de tres meses de anticipación y habiendo pagado todos sus gastos de viaje y alojamiento.

En el caso de los académicos cubanos, el trato que recibieron de la Sección de Visas de la embajada de Canadá en La Habana fue arrogante e irrespetuoso. El gobierno canadiense sólo les informó que sus visas no serían procesadas y que tendrían que volver a solicitarlas fuera de Cuba el 8 de mayo, apenas dos días antes del inicio de la conferencia. Esta conducta no cumple con los estándares que esperamos y exigimos del servicio público canadiense.

Nuestra asociación resintió fuertemente la ausencia de estos académicos latinoamericanos, lo que fue motivo de debates importantes en nuestra conferencia. Para la ACELC, el hecho de que Canadá no pueda procesar oportunamente las visas de los académicos latinoamericanos y del Caribe interfiere con nuestra misión de fomentar el desarrollo continuo de una comunidad intelectual internacional dinámica, con base en Canadá, para apoyar la investigación y la enseñanza y para proporcionar la infraestructura y la capacidad para facilitar la movilización de conocimientos y las estrategias de participación en Canadá y en el extranjero.

La ACELC mantiene relaciones estrechas con diversas comunidades de América Latina y el Caribe, con ONGs, con instituciones de investigación y académicos internacionales. Además, nuestra Asociación trabaja para informar a los formuladores de políticas y organizaciones del sector público y privado a través de sus eventos, publicaciones, medios de comunicación y recursos virtuales. Al hacerlo, contribuimos al desarrollo de redes canadienses fuertes y duraderas en América Latina y el Caribe y promovemos la imagen e influencia de Canadá en la región. En este sentido, el hecho de que Canadá no otorgue visas a los académicos de América Latina y el Caribe de manera oportuna y respetuosa sólo puede entenderse como un fracaso.

Por ello, le solicitamos que se asegure de que los procesos de la visa canadiense nunca se interpongan en el camino de las actividades académicas, el pensamiento libre y el debate crítico. La libertad académica sólo puede promover y desarrollar los intereses canadienses en el país y en el extranjero y tiene una importancia crítica para mantener excelentes relaciones políticas, económicas y culturales de Canadá con los países de América Latina y el Caribe.

Respetuosamente,

El Consejo Directivo de la Asociación Canadiense de Estudios Latinoamericanos y del Caribe.